Portafolio de evidencias.
Por mis años de experiencia
docente, he tenido la oportunidad de vivir distintos y frecuentes cambios de
“Modelos educativos”, ya que en el campo de la educación, todos los investigadores
que honestamente se involucran en la búsqueda de mejores explicaciones y
propuestas para mejorar los resultados en el proceso E-A; siempre están
criticando, modificando y aportando lo que a su entender puede significar un
avance en dicho proceso.
Los conceptos que se ponen de
moda, como ahora sucede con el “Portafolio de evidencias docentes”, es un objeto en el que, al menos desde mi punto de
vista la mayoría de los profesores del
subsistema DGETI estamos empeñados en integrar, de acuerdo con las nuevas
directrices parámetros e indicadores que
ha planteado el INEE.
Si bien al menos en mi plantel,
hará cosa de dos años que se empezó a hablar de portafolio docente y se hicieron
algunos ensayos, integrando al
portafolios en los formatos oficiales, tanto las secuencias didácticas, como los avances programáticos, planes de evaluación y encuadres del curso. Todo ello
vaciado en formatos que la propia autoridad ha señalado como “formatos
oficiales”. Lo anterior en parte cumple con algunos de los puntos del
portafolio que ahora solicita el INEE y que debe subirse a la plataforma antes
del veintidós de agosto del presente año. Aunque faltan detalles como filosofía
y argumentación, que cada docente tendrá que personalizar.
Por lo que respecta al portafolio
del alumno “portafolio de aprendizaje”; como decía al inicio de este análisis,
la integración de los trabajos, apuntes y actividades como resolución de
problemas, quedan como evidencia de lo realizado por los alumnos en lo que yo llamo “libreta de
trabajo diario”.
Todos esos trabajos realizados en
clase, más las tareas, más los trabajos de investigación, más los exámenes con
sus claves resueltas, mis alumnos los agrupan en otra libreta que llamamos
“libreta de calidad” o “de repaso”, la cual en si misma reúne ciertas
características del portafolio de evidencias de aprendizaje; aunque debo de
reconocer que estarían a faltar las reflexiones del alumno sobre las
actividades y los resultados de las mismas.
En cuanto a los parámetros de la
evaluación, estos se indican desde las primeras clases en el encuadre del
curso, y en ellos se incluye la autoevaluación y la co-evaluación, siendo esta
última, en mi caso, realizada entre el alumno
y el docente.
Como
experiencias positivas, lo clásico es ver
como algunos de los alumnos y alumnas hacen y presentan trabajos que indican el
esfuerzo y dedicación realizados en el ordenamiento e integración de sus actividades.
Experiencias negativas: los casos
de jóvenes que copian los trabajos de otros, aunque esos “otros” estarían
practicando el valor de la solidaridad al facilitar sus actividades a quienes
no fueron capaces de realizarlas o no quisieron hacerlas.
Ahora formulo la siguiente pregunta:
¿Los portafolios de evidencias verdaderamente
sirven para mostrar procesos de aprendizaje?
EVIDENCIA: Si
compañeros docentes del nivel básico, y me refiero a secundaria, evalúan los
aprendizajes de los alumnos mediante portafolios de evidencias, y si nos
atenemos a los resultados de esos alumnos en los exámenes de admisión al nivel
medio superior, al menos en mi plantel; donde la posibilidad de ingreso no se
evalúa mediante portafolio, sino mediante un examen oficial, con reactivos tipo
ENLACE-PLANEA, los resultados en MATEMÁTICAS son: diez por ciento de alumnos aprobados. Resultados de la
generación de estudiantes que inicia el nivel medio superior en agosto de 2015.
Por lo demás, los
diferentes procesos y estilos de enseñanza de quienes ejercemos la docencia en
mi plantel, tampoco marcamos gran diferencia, y me refiero a matemáticas, ya
que los docentes que evalúan el portafolio del estudiante y consideran esa
evaluación como parte de la calificación, cuando a nuestros alumnos les toca su
turno de presentar el examen PLANEA de nivel medio superior, los resultados
indican un setenta por ciento de insuficientes y elementales.
Entonces, los investigadores educativos tienen
un campo para estudiar la incidencia de la evaluación de los aprendizajes mediante
portafolios, comparando con los resultados que se obtienen en los exámenes
estandarizados que se aplican a los alumnos para ingresar al siguiente nivel.
Espero sus comentarios.
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